domingo, 29 de noviembre de 2009

El globo


Sí, son 5 días cada tres meses, pero menudos 5 días...

Confundir las progresiones con la agricultura de subsistencia o el discantus con las proposiciones disyuntivas es una procupación que no se atreve a salir de mi mente.

Hace 5 minutos, estrasadísimo; ahora, muy relajado y con la incertidumbre de cómo estaré dentro de otros 5. No se seguro si es por los globales, si es porque el baloncesto gana un granito de arena cada vez que ganamos o simplemente porque no puedo estar mejor.

Aunque, como hoy, me despierte un día lluvioso; aunque, como ayer, sienta que solo valgo para los tiros libres; aunque, como algún día, haga lo que quiera hacer sin importarme las consecuencias, seré feliz.

¡Qué desorden! Estoy confuso (se nota, ¿No?), mis ideas se mezclan formando un gas invisible, que entra en un globo y lo hincha hasta casi reventar. Pero no se ve, este aire no se puede sintetizar. Una vez mezclado, no se puede separar.

Prefiero dejar a un lado mi globo presente y empezar a hichar el de mi futuro, el globo de los globales.

lunes, 23 de noviembre de 2009

El sueño



Madrid, halagada por la mayor parte de los turistas que vienen de muchos sitios del mundo y visitan otros tantos en la capital: los japoneses, el flamenco (y olé); los alemanes, los toros (con borrachera de calimocho incluida); el resto, solamente lo interesante.

¿Por qué será éstos últimos son los que más se quejan de la ciudad?

Paseando por el centro de Madrid, te cruzas con más gente de la que hay en el Vaticano. Unos, con gabardina y sombrero, les da igual todo lo que pasa más allá de sus zapatos brillantes a golpe de balleta; otros, sentados en la acera, como respaldo la pared, con un vaso de plático rescatado de la papelera más cercana pidiendo unas monedillas para conseguir algo de comida o de alcohol.

Uno de estos destaca de los demás. Carpeta sobre las piernas flexionadas, bolígrafo Pilot a medio gastar, dedica su tiempo a escribir poesías. A medio metro de sus pies, un cartel reza "cambio poesías por la voluntad". A su derecha, las mantas que le servirán de protector cuendo llegue la noche; al otro lado, un carrito vacío. Decido gastarme lo poco que me queda en uno de sus escritos: "El Sueño"

Sin saber bien por qué, una pena y una culpabilidad especial me invaden al pensar en este hombre. Solo, enfrente de una librería, dónde Enrique soñó tener a la venta un libro de poesías hace más de 20 años.

Sólo queda el probar fortuna. Este hombre lo perdió todo menos su imaginación, todo menos sus ganas de escribir. Todavía recuerdo su ilusión al ver que un chaval como yo compraba una poesía suya, recuerdo mis sentimientos, y se perfectamente por qué compré una poesía y no La Farola.

Me gustaría que la gente fuera menos de gabardina y sombrero y más de papel barato, bolígrafo y, sobre todo, ganas locas de escribir.

" La verdadera grandeza de un hombre se averigua viendo como trata a los que no pueden beneficiarlo en nada "

ERES MI RINCÓN FAVORITO DE MADRID...

jueves, 19 de noviembre de 2009

Soy raro



Buscar la insipración en una clase es como encontrar agua en el desierto, imposible. Aún así, no desespero, aunque mi mente en blanco me confunde (sí, como la noche a Dinio).



De repente, todas las ideas desaparecen de mi cabeza y se convierten en una habitación sin amueblar, vacía, dónde solo se escucha el eco de mi respiración. Yo miro desde el medio de la sala, esperando que una buena idea para escribir entre por el ventanal.



Ya en casa, algo de Pereza suena en mi habitación (esta última amueblada) , No queremos ser como los demás creo. Me identifica : yo no me voy de botellón, leo; no me gasto el dinero en porros, lo gasto en libros; no encuentro sentido a buscar líos con la gente, sí a escribir. Quizá seré un rarito por gustarme estas cosas, cuando tendría que estar en el parque del botellón ahora mismo. Me la suda, soy así.



Cuando me preguntan sobre mi futuro la gente se desilusiona porque vaya a estudiar un triste periodismo. "¡Qué poco futuro, no vas a poder ejercer después, mejor dedícate a otra cosa, te lo demuestro con la estadística...!" Me basto solo para llegar a donde me de la gana, y llegaré, antes o después, pero llegaré...



Estos días me he dado cuenta de que ayudar a la gente puede tener sus consecuencias. Casi me meto en un lío por tu culpa, maja, ¿Y tú me lo agradeces así? Menos mal que la gente lo preveía y me comprendieron a la primera... Yo no compito contigo por ser más, pero no te voy a dejar ser más que el resto... ¿Y presumes de roja? Bueno, no creo que deba dedicarte más de estas líneas. Sólo decirte que si este embrollo busca tu fama en el colegio, suerte en tu aventura.



"Es mejor estar callado y parecer tonto que hablar y despejar las dudas definitivamente"

ERES MI RINCÓN FAVORITO DE MADRID...

martes, 17 de noviembre de 2009

2012


Título -> 2012

Duración -> 125 min.

Director -> Roland Emmerich

Año -> 2009

Valoración (0-10) -> 6

Sipnosis -> El fin del mundo se acerca. Un grupo de científicos y geólogos al servicio del gobierno de los EE.UU. descubren que la tempertaura del núcleo terrestre aumenta a una velocidad pasmosa. Los movimientos sísmicos empiezan a sucederse y la humanidad busca el modo de sobrevivir ante tales incidentes.


Crítica


Una "americanada" más. Para mi gusto, poco científica, con algunos fallos graves durante el filme (los juegos olímpicos son en verano).


Sin embargo, la película gusta (número 1 en taquilla) y, como a una oveja más del rebaño, me gustó. Sus efectos especiales, los surrealistas sentimientos propios de este tipo de película y sus toques de humor hacen disfrutar al espectador.


Por supuesto, quien vaya buscando una película profunda y que te haga pensar, no la encontará si saca entradas para este filme de Emmerich.

jueves, 5 de noviembre de 2009

You're always on my mind

Vas perdiendo de 1 a falte de treinta segundos y se nota en tu cara de pillo lo que vas a intentar. Pero sólo lo vemos los que te conocemos, los que te hemos visto tantos domingos en acción, los que han acudido a tu misa matutina durante tantos años.

Con un pie en cada campo, tu compañero te pasa el balón. El crono empieza a correr y haces botar a la pelota igual que el día que te enseñaron, hace más de 20 años. Marcas la jugada a realizar y tus compañeros se mueven por donde les digas. Te hacen caso en todo, eres el CAPITÁN.

Pasas y miras a tu destino final en esa jugada. La esquinita, ese medio metro cuadrado desde dónde te tocará decidir: acabar a lo grande o ser recordado por tu idiotez justo al final de tu último derbi.

La juagada sale según lo previsto y recibes el balón. 2 metros por delante, la puta camiseta blanca de la que tanto se farda en este país; esa de la que te quieres vengar, esa que odias desde el día en que naciste.

7 segundos de crono y tu tiro de 3 pone a los azules 2 por encima. Sólo depende de tu defensa.
Por eso toca rezar al Dios baloncesto: el Dios que tiene hijos como TÚ, los jugones, que decía su discípulo (always on my mind, Andrés); el Dios que nos enseña que las fiestas son el sábado por la tarde y el domingo por la mañana; el Dios que aplaude a la (D)emencia y castiga a los 3 señoritos de uniforme.

Un señorito de la Cibeles intenta emularte, pero es que eres hijo de Dios (Magic Johnson, como no) y solo Él puede igualar tu hazaña.

Sí, GONZALO, te admiramos. Estuviste ahí cuando el Estu lo necesitó, y fue una lástima que nos dejara el Mesías del B-A-L-O-N-C-E-S-T-O. Empezaste en nustra casa como un fichaje malo, un don nadie, una chapuza más de nuestra directiva. Ahora sabemos que se les apareció el Ángel.

Recuerdo con nostalgia esos tiempos, no tan lejanos, cuando el Estudiantes estaba entre los mejores de Europa. La época de Nacho Azofra, que seguiría hoy si el trucha de turno, que se fue al vestuario donde las camisetas las tiñen los jugadores en el vestuario, antes de salir a ridiculizar a su afición.

De todas formas, siempre quedará nuestra victoria anual. Aunque sea la única, vale por todas las jornadas. ¡¡ Estu !!

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martes, 3 de noviembre de 2009

Construir mi casa


Últimamente pasan muchas cosas a mi alrededor: profesores, coches, edificios (¡Qué fachadas!)...

Sin embargo, hoy quiero centrarme en algo muy distinto a mi día a día. El trabajo.

Son muchísimas las veces que los profesores y padres (por orden de pesadez), nos dicen que nosotros somos el futuro, que tenemos que trabajar para sacar adelante el país, que el día de mañana te echarán del tranajo por no estar bien sentado en una silla..., pero nunca nos hablan de los ratos de ocio, las fiestas, las vacaciones o de la correcta postura en una silla para evitar la rescisión del contrato el día de mañana.

Para mí, el estudio solo sirve para construir tu propia vida el día de mañana, como si fuera una casa.

Una vivienda tiene que ser construida desde los cimientos y no desde el tejado. Por eso es necesario estudiar.
Como en la construcción, hay que encontrar los materiales más económicos (sino que se lo digan a Gil) pero que cumplan las medidas de seguridad estipuladas. En el estudio pasa lo mismo, hay que conseguir invertir el mínimo tiempo posible en el estudio y obtener unos resultados que sean semejantes a las media (nos conformaremos con un 8). Si queremos obtener más calidad en los cimientos, tendremos que pagar un precio más alto por los materiales.

Una vez hechos los cimientos, tendremos que ir construyendo poco a poco nuestra futura casa. Esto será lo más complicado de nuestra obra, pues la construcción de una mansión es trabajosa, y no tardaremos en encontrar las dificultades. Nuestro cuerpo y nuestra mente dirán basta y creeremos que es mejor irnos a vivir a un apartamento de 20 metros cuadrados, ya construido y de alquiler.
Para mí esto es el gran error que la gente comete. El conformismo es solo para los débiles. Si queremos vivir, a largo plazo, cómodamente, deberemos construir, mientras podamos, nuestra vida a base de sueños, ilusiones, trabajo y más trabajo.

Todo ha terminado al fin. Nuestra mansión de 5 plantas con piscina, jardín y biblioteca por fin está edificada. Miles de metros cuadrados solo nuestros. Es entonces cuando nos alegramos de no habernos quedado en ese pequeño apartamento con vistas a un muro graffiteado.

En el garaje nos espera un Masseratti y una Yamaha de 1200 cc. Junto a ella, un balón de baloncesto, el más sencillo donde los haya.

Hemos llegado a los 60 años en nuestra vida, hacemos un repaso a nuestra costosa pero fructífera construcción.

Terminamos de estudiar, a los 26, y entramos en el mundo laboral , sin perder el empleo que mi compañero de al lado perdió por estar mal sentado en la silla mientras pasaba el jefe. De qué nos reíamos cuando no sabíamos nada de nada...
Nuestro constante y humilde trabajo nos es recompensado con un ascenso: con 35 años, tu hijo y tu vida perfecta, decides mudarte del apartamento e ir a una casa con vistas a la alegría-
Llegó tu momento, por fin eres el jefe, y solo te faltan 15 años para prejubilarte, tu mansión apartada del mundo empieza a coger forma: tu vida se estabiliza y la monotonía te hace entrar en un profundo letargo que te durará muuchos años.
Sentado en la mesa con 40 personas al lado. Unas te felicitan, otras, te pelotean; las últimas, no se hacen notar. Nombras a tu sucesor a cargo de tu trabajo pasado: el que es como tu has sido 20 años atrás, el que está construyendo su gran mansión y no ha terminado el sótano.

Llegó el momento de disfrutar, de sentir al trabajo soplándote la nuca. Pero ya es tarde, cuando tu vida es completa, cuando lo has vivido todo, cuando tu mente está en el mejor estado de forma posible, cuando sabes como sentarte bien en una silla, la naturaleza te aparta de su camino.

Tu sucesor acaba de terminar su gran mansión, y el siguiente, no ha acabado el sótano.