martes, 1 de marzo de 2011

Juntos


Dejar a un lado las diferencias ideológicas y ser un poco flexible para poder llegar al bien común es algo complicado de llevar a cabo en la actualidad. Nos quieren hacer ver que es utópico como la anarquía, y con mucha gente lo consiguen. El bien común es algo indispensable en una sociedad desarrollada. Esta tarea es teórica responsabilidad de los políticos y práctica para nosotros mismos. No se puede esperar nada del poderoso egoísta.

El personaje de la izquierda demostró muchas cosas hace unas semanas. Una ley que sólo habían apoyado artistas españoles residentes en Miami o Los Ángeles, y que el gobierno había aprobado (con la ayuda de los demás partidos) para que estos humildes actores y cantante (en singular) aparecieran en su próxima campaña publicitaria con motivo de las elecciones. Alex de la Iglesia, en ese tiempo director de la Academia de Cine española, se plantó con sus dos cojones y su nariz de payaso y dijo que dimitía, que no estaba de acuerdo con la forma en que se habían hecho las cosas. Probablemente Alex esté de acuerdo con los temas que trata esta ley, pero delante de las certezas de cada uno está el bien común. El derecho a opinar de todos los ciudadanos. Darse cuenta, como dijo en su último discurso como director, que el cine no puede convivir con las mal llamadas descargas ilegales, pero que tampoco puede hacerlo si el consumidor de esta industria no compra cine porque es excesivamente caro. El cine depende del espectador, y el espectador necesita cine. Son complementarios.

La foto de la derecha muestra una de las revoluciones de Oriente Medio. Gente de muy distinto pelaje se reúne para luchar por el bien común. De su país y del mundo, que se está desprendiendo de estos antiguos y nada recomendables dictadores. Juntos están consiguiendo muchas cosas, pero eso es muy difícil en nuestro país. Me consuela ver gente como Alex, que intenta cambiar esto porque de verdad es bueno y provechoso para todos.

Luchar por el desarrollo debería ser una obligación. Creo que juntos se pueden cambiar muchas cosas.

A usted le gusta la polémica....
No, lo que no me gusta es que piensen que eludo la polémica

martes, 25 de enero de 2011

Cartas al director


Estimado director:

Hablando del paro en España, se habla en su periódico criticando esto o lo otro de los políticos, a los que les importa poco lo que usted piense. Considero más importante la autocrítica, ya que reflexionar sobre lo que uno hace sin señalar con el dedo afuera es mucho más productivo y bueno para los que de verdad somos el país.

El 43% de los jóvenes entre 18 y 25 años ni estudian ni trabajan; Nos comparamos con países como Alemania, y cuando la política española actúa como tal nos quejamos hasta la saciedad; Nos dejamos engañar fácilmente, cogiendo la opinión de tal o de cual periodista que sale por la televisión y la convertimos en certeza absoluta; Vemos la “telemierda” que no se ve en Alemania; Hacen la ley y hacemos la trampa; Culo veo culo quiero; Y lo más grave, elegimos a un partido político que meses más tarde criticaremos hartos del paro que, según el que opina sin saber, es provocado única y exclusivamente por el gobierno.

No quiero vivir así, sin más móvil que criticar y criticar al que gobierne en ese momento. Prefiero centrarme en lo que tengo que mejorar yo como ciudadano y la sociedad española como único modo de avance. Ellos no nos sacarán adelante, no vendrán a levantarte de la cama cuando tengas veinte años para que estudies. En Alemania el paro juvenil está por debajo del 20%, y todavía es menor el índice de “ninis”. Mi esfuerzo es lo que decidirá si salgo adelante o no. Si no me dan nada útil, tampoco les deberé nada. Para elegir a uno sólo como saco de boxeo de mis frustraciones, no elijo.