miércoles, 14 de abril de 2010

Progresando.


La primera vez que me pasa, y creo que no me dejará de ocurrir jamás a partir de ahora. Quiero y tengo más independencia, y eso tiene sus consecuencias, claro..


Ya nada está servido y troceado, listo para ser comido, como antes. Ahora tengo que cocinarlo yo mismo, y si quiero que el resultado sea bueno, tengo que prepararlo con el mayor esmero posible y con el amor que mi madre ponía antes en mis cosas.


Mi padre me ayudaba a construir los castillos de arena en la playa, y yo mismo los pisoteaba una vez terminados. Ahora voy poco a poco, queriendo acabar un castillo de 20 plantas, donde quepa todo y todos, y aún sobre espacio para seguir almacenando cosas o simplemente.. la nada. Un castillo con grandes y fuertes murallas, con un solo puente levadizo, que se abre solamente cuando llegan las personas que de verdad se lo merecen. En mi foso el agua no se filtra entre los granos de arena, y mis actitudes más hostiles atacan sin piedad a todo intruso que intente invadir mi fortaleza con sus bastidas. Molesta tanto cuando sube la marea... Todo se jode de un día para otro. Y toca empezar de nuevo, sin prisa pero sin pausa, poco a poco, hora a hora, hasta volver a empezar la mañana siguiente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario